#8M | MUJERES EN EL MUNDO FERRETERO
En el marco de la SEMANA DE LA MUJER, Kalydon conversó con las hermanas Mariela y Valeria de Casa Franchi y con Julieta de Tienda Perazoli, mujeres referentes del sector que nos cuentan su experiencia y su visión sobre el rol de la mujer en rubro.
Es innegable que la participación de las mujeres en la industria ferretera ha crecido bastante en comparación con el escenario de años atrás y esto, sin dudas, va de la mano de los agigantados pasos que la mujer moderna ha logrado avanzar en tanto su rol dentro de la sociedad.
Las hermanas Franchi forman parte de una familia con una extensa historia en el rubro. Mariela menciona que haber crecido en ese ambiente fue lo que despertó su curiosidad, tal vez la misma que persiste hasta el día de hoy y la ha vuelto una apasionada por su trabajo. Hace 20 años se encarga de la administración y actualización de precios de la reconocida Casa Franchi y, si bien las variables de un mercado en constante cambio le resultan de lo más entretenido, lo que más disfruta de su trabajo es haber conformado un equipo que más que equipo se ha vuelto familia.
Valeria, por su parte, hace 25 años se encarga de atender en el mostrador, previamente tuvo su paso por el sector administrativo y ha realizado tareas generales para observar y aprender, a fondo, la infinita cantidad de artículos de los que disponen. Señala que lo que más disfruta de la atención al público es la travesía detrás de los clientes con “el coso del cosito”, una relación que actualmente es mucho más dinámica gracias a la existencia de los celulares con cámaras.
Sin embargo, ambas señalan las dificultades que tuvieron que enfrentar al comienzo, sobre todo por los prejuicios bajo la mirada del público masculino. Si alguna mujer se encontraba en el mostrador, el cliente solía tener desconfianza: “-Te miraban y te decían: VOS me vas a atender?” relata Mariela. Y una vez que sus consultas y dudas eran correctamente resueltas por alguna mujer se sorprendían. “Apenas arranqué en el negocio los clientes no querían que los atienda porque era mujer y no iba a entender lo que querían (…) Los mismos compañeros de trabajo antes no te querían en el mostrador y ahora no dudan en llamarte”, cuenta Valeria.
Julieta, nuestra tercera entrevistada, pertenece a la 4ta. generación de una ferretería familiar. Es Licenciada en Recursos Humanos y hoy trabaja junto con sus hermanos en Tienda Perazoli, ubicada en CABA. Hace unos años se incorporó al negocio para encargarse del sector online (Mercado Libre), con el objetivo de explorar esa porción de mercado que no estaban aprovechando. El crecimiento fue tal que en el presente existe un empleado que se encarga de esa tarea, mientras ella se ocupa de cuestiones más afines a su carrera y a la administración financiera y contable.
“Es un rubro muy masculino.” Afirma Julieta, mientras cuenta que llegó a dudar si entrar al negocio o no, por todo lo que implicaba. Su abuelo nunca había permitido a su tía formar parte del negocio familiar, sólo por ser mujer. “Si bien yo nunca atendí al público, he estado parada en el mostrador y nunca se acercaban a preguntarme a mí”.
EL PANORAMA ALENTADOR DE LA ACTUALIDAD.
En Casa Franchi la cantidad de empleados hombres y mujeres está equiparada y todos los participantes están capacitados para realizar cualquiera de las actividades porque, como nos cuentan las hermanas, no se trata de géneros sino de ponerse la camiseta por el equipo. En Tienda Perazoli, a su vez, están abiertos a la posibilidad de seguir incorporando personal femenino porque “sumaría mucho a la empresa”.
La mirada de los clientes también se ha transformado, de pasar a no querer ser atendidos por ellas a pedir exclusivamente que los reciban ellas, que son las que saben. Y hay cambios hasta dentro del público, comenta Julieta: “Antes el público era en un 90% hombres, hoy cada vez vienen más mujeres a comprar, mujeres que saben, que están interesadas.”
Mariela, Valeria y Julieta son la prueba de que los días están cambiando. En un sector históricamente asociado al género masculino, nos encontramos con mujeres al frente de ferreterías, detrás del mostrador y en puestos de mayor responsabilidad en empresas distribuidoras o fabricantes.
“Si les apasiona el rubro, no tengan miedo.” aconseja Mariela. “¿Mi consejo? que hagan lo que les guste, que no tengan miedo de apostar. Las limitaciones están dentro de la cabeza de uno, de lo que nos enseñaron y nos impusieron. Todavía queda mucho por cambiar, pero estamos en proceso de eso.” dice acertadamente Julieta.